Cómo darle a tu piel un tratamiento facial en casa
Los tratamientos faciales pueden hacer que tu piel luzca absolutamente luminosa. Lamentablemente suelen tener un precio elevado. Una buena alternativa es hacerte un tratamiento facial en la comodidad de tu casa. ¿No sabes por dónde comenzar? Sigue leyendo para conocer todos los productos y consejos que necesitas para un día de spa en casa.
Paso nº 1 Asegúrate el cabello
Quieres poder trabajar en la cara sin que te entre producto en el cabello. Recógete el cabello en una coleta o moño.
Paso nº 2 Desmaquíllate
Un paso importante de tu tratamiento facial es eliminar el maquillaje y la suciedad que puedan quedar en tu piel. Utiliza un producto como Garnier Agua Micelar Limpiadora Todo en Uno Waterproof,que puede eliminar todos los restos de maquillaje, máscara de pestañas y colorete de la piel y los ojos. También puedes utilizar un producto limpiador suave con aclarado para eliminarlo todo con agua tibia. Quítate suavemente de la cara el agua sobrante.
Paso nº 3 Hora de exfoliar
Aplica un exfoliante suave sobre tu piel y frota suavemente. No masajees con demasiada fuerza, ya que podrías dañar la piel. Un producto estupendo para eliminar las células muertas de la superficie de la piel y que funciona muy bien incluso en pieles grasas es Exfoliante Eliminador de Puntos Negros Clean+ de Garnier SkinActive. Acláralo todo para asegurarte de que tu cara está completamente limpia.
Paso nº 4 Cocínalo al vapor
El vapor es una parte relajante y beneficiosa de los tratamientos faciales de spa. Por suerte, puedes recrear este lujoso paso en casa aunque no tengas un vaporizador facial profesional. Basta con empapar una toallita en agua caliente y escurrirla hasta que esté húmeda. Deja la toallita sobre la piel durante unos minutos para impregnarte del ambiente de spa y prepararte para una rutina facial.
Paso nº 5 Tiempo de enmascaramiento
Una vez que tu piel esté limpia y receptiva a los productos, es el momento de aplicar una mascarilla adaptada a las necesidades específicas de tu piel. Si tu piel es grasa o propensa al acné, opta por una mascarilla de arcilla para ayudar a eliminar las impurezas. Aplícatela y deja que la mascarilla haga su trabajo en tu piel. Déjala reposar hasta justo antes de que la mascarilla empiece a secarse: aunque tiene un aspecto y un tacto superdivertidos una vez que la mascarilla está seca, dejar que esto ocurra puede robar a tu piel una preciosa hidratación.
¿Tienes la piel seca? Eres el candidato perfecto para una mascarilla nutritiva e hidratante. Elige una mascarilla formulada con ingredientes hidratantes, como humectantes y emolientes, para restaurar la humedad y ayudar a la función barrera de tu piel.
Si tienes la piel sensible, una mascarilla calmante es lo que necesitas. Elige una mascarilla formulada con ingredientes calmantes, como la camomila, para ayudar a calmar tu piel.
Si tienes una piel normal y sin imperfecciones, utiliza una mascarilla que te ayude a mejorar la luminosidad del aspecto de tu piel. Busca uno formulado con ácido cítrico o glicólico, que puede iluminar y dejarte un cutis fresco y de tono uniforme.
Paso nº 6 Cuida tus ojos y labios
A menudo descuidamos nuestros ojos y labios, por lo que un tratamiento facial es el momento más oportuno para dedicar algo de atención a estas zonas. Si no tienes a mano una mascarilla para los ojos, coge una rodaja de pepino o una cuchara fría para enfriar esta zona. Aplica una crema o gel para el contorno de ojos formulado con pro-retinol como Garnier SkinActive Ultra-Lift Contorno de Ojos Antiarrugas para atenuar las líneas de expresión.
Paso nº 7 Masajea la crema hidratante
Te has aplicado un montón de productos estupendos, así que ahora es el momento de sellarlo todo con una crema hidratante. Tu crema hidratante habitual está bien, pero también puedes darle un empujón con una crema más espesa como la Crema Anti-Fatiga para Dormir Milagrosa de Garnier. Masajéalo en la piel antes de acostarte con movimientos ascendentes y haz que el producto penetre en la piel.