Learn the best skin care routine for sensitive skin - Garnier SkinActive Learn the best skin care routine for sensitive skin - Garnier SkinActive

La mejor rutina de cuidado de la piel para pieles sensibles

La piel sensible puede ser difícil: se irrita fácilmente y con frecuencia sufre síntomas como sequedad o picor. También es difícil determinar con exactitud la causa de la sensibilidad de tu piel, ya que podría ser hereditaria, un efecto secundario del entorno en el que vives o un testamento de tu dieta. Con la piel sensible, el paso más importante es reconocer que reacciona más fácilmente a las influencias externas. Si crees que tienes la piel sensible, puedes cuidarla fácilmente, solo tienes que saber lo que necesita. Éstos son los pasos que debes dar para tener una piel de aspecto sano y feliz:


1. Sé constante

Mantén un cuidado de la piel sencillo y comprométete con los productos a largo plazo. ¿Encontraste un producto que te gusta? Sigue usándolo y estudia la posibilidad de comprar otros productos de la misma línea de cuidado de la piel. Solo asegúrate de no exagerar. Limpiar una vez al día e hidratar suele ser todo lo que necesita la piel sensible.


2. Evita los productos abrasivos

Sí, mucha gente aclama el poder de los exfoliantes intensos y los cepillos exfoliantes, pero si tienes la piel sensible, pueden causar irritación e inflamación. Exfoliarse es un componente crucial del cuidado de la piel, pero si lo que quieres es eliminar las células muertas, opta por un exfoliante líquido más suave en lugar del efecto áspero de un cepillo o un producto con partículas abrasivas. Evita los exfoliantes que contengan cristales o cáscaras, ya que dañan la piel. Por último, no exfolies más de una vez a la semana.


3. No te laves el rostro dos veces al día

Cuando tu piel entra en contacto con el agua, invariablemente se vuelve más seca que si no lo hace. Por desgracia, la sequedad afecta a la barrera que tu piel tiene entre el mundo exterior y tu rostro. Una vez que es vulnerable es más probable que sufra brotes. Lávate el rostro con agua solamente una vez al día. Si necesitas absolutamente otra limpieza, utiliza toallitas para piel sensible.


3. Conoce los ingredientes

Cuando tienes la piel sensible hay ciertos ingredientes que desencadenan reacciones adversas en tu piel. La piel de cada persona es diferente, pero productos químicos como los ácidos y el alcohol pueden causar irritación. Pide cita con un dermatólogo para averiguar qué ingredientes están en tu lista de prohibidos, y luego evítalos cuando compres productos.


4. Protege tu piel del sol

La protección solar es siempre imprescindible para todo tipo de piel, pero especialmente para la piel sensible. Tu mejor opción es un FPS no comedogénico y sin fragancia, ya que es menos probable que irrite tu piel. Elige un FPS factor 15 para asegurarte de que estás protegida del sol y de que tu piel tiene menos probabilidades de brotarse cuando vuelvas a la sombra.


5. Elige la neutralidad en cuando a fragancia y color

Como mencionamos antes, tu piel sensible y las fragancias no son amigas. Es tentador utilizar productos coloridos y exquisitamente perfumados, pero tu piel te agradecerá que los evites. La piel sensible es más vulnerable a los alérgenos de las fragancias, lo que combinado con un jabón que despoja la piel es una combinación desastrosa para tu piel.


6. Cambia con la estación

La piel sensible se ve afectada fácilmente por las temperaturas y los climas: lo que te funcionó en verano puede causar estragos en tu piel en invierno. La hidratación es un factor importante para la salud de tu piel, sobre todo en invierno. Las bajas temperaturas pueden hacer que tu piel se descame o se sienta tirante, mientras que pasar tiempo en interiores significa mucho aire seco; lo que también es una situación incompatible con la piel sensible. Asegúrate de proporcionar a tu piel una mayor hidratación y flexibilidad manteniéndola hidratada. Y como hemos mencionado antes, durante todo el año el FPS es crucial para protegerte de los rayos del sol y también para evitar la sequedad adicional de la exposición al sol.


7. Cuida lo que comes

Hay muchas especias antiinflamatorias naturales que pueden disminuir en gran medida tus probabilidades de sufrir un brote cutáneo. Las más notables son la cúrcuma, la canela, el jengibre y la pimienta negra, y además resultan ser bastante comunes, y lo que es más importante, deliciosas. Añádelas a tus comidas para disfrutar de una experiencia gastronómica más deliciosa y del efecto secundario de una piel sana.