Cómo rescatar la piel seca en invierno
El invierno es una época dura para la piel: la combinación de clima frío, el aire seco de la calefacción y la ropa abrasiva de invierno puede hacer que tu piel se agriete y se descame. Durante los meses de invierno, la piel alcanza su punto máximo de sequedad y tendrás que tomar precauciones adicionales para asegurarte de que se mantiene hidratada y humectada. Con unos sencillos pasos tendrás una piel sana e hidratada. Sigue nuestras instrucciones a continuación para tener una piel flexible y resplandeciente todos los días.
1. Exfóliate
Probablemente lo primero que se te ocurra para evitar la piel agrietada sea no exfoliarte, ¡pero esto no podría estar más lejos de la realidad! En invierno, las células muertas se acumulan en tu piel, lo que dificulta que los productos como humectantes e hidratantes actúen como es debido. Para que esta capa de piel sea accesible, desprende las células muertas de la piel con una toalla limpia y suave o un exfoliante líquido no abrasivo.
2. Usa humectante
Ahora que tu piel está preparada, asegúrate de proporcionarle la nutrición que necesita. Prueba productos con glicerina y ceramidas para redensificar tu piel seca y descamada. Es importante que apliques el humectante inmediatamente después de lavarte el rostro. Cuando el agua se evapora, también extrae humedad. No dejes que eso ocurra, aplícalo antes de que pasen 60 segundos.
3. Evita el agua caliente
¿Te gusta la sensación del agua caliente en el rostro? Por desgracia, esa sensación tiene efectos negativos en tu piel. Usa agua tibia, porque el agua caliente despoja a la piel de su barrera natural de grasa. Esta capa es esencial para retener la humedad en tu piel. Otra cosa que debes evitar es lavarte el rostro durante demasiado tiempo. Mantén tu exposición al agua al mínimo.
4. Evita el alcohol y las fragancias en tu rutina de cuidado de la piel
Despídete del alcohol en forma de tónicos, astringentes y exfoliantes cuando llegue el invierno, porque resecarán tu piel. En su lugar, utiliza limpiadores suaves y sin fragancia que contengan sustancias grasas como las ceramidas, que devolverán la humectación y la flexibilidad a tu piel, además de mejorar su función de barrera.
Con estos cuatro pequeños cambios en tu rutina de cuidado de la piel, tu piel puede pasar fácilmente de reseca y agrietada a espléndida. Ajusta tu régimen en consecuencia para obtener los máximos beneficios.