¿Tu limpiador es tan suave como crees?
Si eres diligente a la hora de limpiarte el rostro, ¡genial! Debes limpiarte el rostro dos veces al día para eliminar la suciedad, el sudor o el maquillaje y refrescar la piel. Sin embargo, debes prestar atención a cómo se siente tu piel después de la limpieza. Si experimentas ardor, escozor y sensación de tirantez, es posible que estés utilizando un limpiador inadecuado, demasiado agresivo para tu piel. La limpieza no debe ser una experiencia incómoda para tu piel. Descubre qué limpiador facial es el más adecuado para tu tipo de piel en nuestro siguiente artículo.
Cómo saber si un limpiador es demasiado fuerte
Existe la idea errónea de que tu piel tendrá el mejor aspecto y se sentirá mejor solo si está limpísima. Muchas personas intentan conseguirlo limpiando enérgicamente su piel hasta el punto de que, en realidad, la están dañando más que ayudándola. Esto se debe a que un exceso de exfoliación o productos con fórmulas químicas intensivas pueden alterar la función de barrera de tu piel. Además, aunque quieras eliminar el exceso de grasa de tu piel, ésta sigue necesitando cierto nivel de grasa y humedad para funcionar, así que evita resecarla completamente con el limpiador. Te damos algunos consejos adicionales sobre cómo limpiarte la cara.
Cómo limpiar más suavemente
1. Utiliza agua tibia, no caliente
Intenta evitar lavarte la cara con agua muy caliente. Esto puede resecar o irritar tu piel y afectar a su función de barrera. Debes utilizar agua tibia para limpiarte.
2. Masajea suavemente
No pienses que frotar y fregar en exceso es lo mejor para tu piel. Utilizar las yemas de los dedos para masajear suavemente el limpiador en la piel es más que suficiente. Concéntrate en masajear la piel y levantar la suciedad de la cara cuando te limpies. Puedes masajearte la piel durante un minuto para asegurarte de que las partículas de maquillaje, sudor, aceite y suciedad se separan de tu piel. Asegúrate de aclarar bien el limpiador.
3. Utiliza limpiadores suaves
Si crees que tu limpiador es demasiado fuerte y sientes tirantez y sequedad después de usarlo, puedes cambiar a un limpiador más suave. Esto ayudará a tu piel a limpiarse sin irritarse. Dos limpiadores compatibles con diversos tipos de piel son el agua micelar y la loción limpiadora. Son fáciles de usar y su composición es suave.
1. Agua micelar
Sea cual sea tu tipo de piel, el agua micelar puede limpiar sin resecar. El agua micelar está llena de partículas oleosas llamadas micelas, que atraen el maquillaje y las impurezas como un imán y las retiran fácilmente de tu rostro. Para utilizar el agua micelar, vierte el líquido en dos bolas de algodón y, a continuación, presiona y desliza suavemente las bolas de algodón por el rostro para limpiarlo. La base de maquillaje, el maquillaje de ojos y cualquier exceso de grasa deberían desprenderse fácilmente. Micellar Cleansing Water Makeup Remover and Cleanser todo en uno de Garnier SkinActive es una forma suave de eliminar cualquier producto o suciedad del rostro sin necesidad de frotar con fuerza. Puedes utilizarlo tanto por la mañana como por la noche para limpiar tu piel en profundidad sin causar irritación. También es superportátil, por lo que es un producto fácil de llevar al gimnasio o de viaje.
2. Leche limpiadora
Si tu piel es más sensible o suele brotar inexplicablemente, debes buscar un limpiador suave que no contenga irritantes, como alcohol o fragancias. Puedes estar provocando inadvertidamente irritación, sequedad o descamación en tu piel al utilizar productos demasiado agresivos. Intenta utilizar un limpiador con componentes hidratantes que restauren y refresquen la piel sin resecarla. La Loción Limpiadora Desmaquillante Clean+ de Garnier SkinActive suaviza y limpia tu piel y no contiene perfume ni alcohol. Aplica una pequeña cantidad de la loción limpiadora en un algodón o en una almohadilla de algodón y, a continuación, límpiate suavemente la cara para eliminar el sudor, el maquillaje o la grasa del rostro. Podrás limpiar completamente tu rostro sin frotamientos fuertes ni fórmulas que puedan afectar negativamente a tu piel y a su función barrera.