Cómo cuidar tu piel
Cuidar tu piel es esencial para mantener un aspecto joven, evitar las imperfecciones y conservar una tez de aspecto saludable. Los buenos hábitos de cuidado de la piel realmente dan sus frutos a largo plazo, por lo que es importante tratarla bien y evitar los malos hábitos. Si quieres desarrollar una buena rutina de cuidado de la piel, tienes que saber exactamente cómo cuidarla. Te ofrecemos una guía para determinar tu tipo de piel, encontrar los productos adecuados para ti y desarrollar una buena rutina de cuidado de la piel.
1. Determina tu tipo de piel
La mayoría de los productos para el cuidado de la piel están diseñados para tipos de piel específicos, por lo que el primer paso para cuidar tu piel es determinar qué tipo de piel tienes. Un dermatólogo puede darte la respuesta más definitiva, pero también hay ciertas características generales que pueden definir los tipos de piel. Por ejemplo, si tu piel tiene un aspecto brillante y es grasa al tacto, lo más probable es que tengas la piel grasa. Si la grasa está contenida en la zona T, puede que tu piel sea mixta. La piel que tiene muy poca o ninguna grasa natural se considera seca. Si tu piel es propensa a los brotes y la irritación, lo más probable es que tengas la piel sensible. También puedes tener una piel normal, lo que significa que tiene unos niveles de grasa equilibrados y que no es reactiva a los productos ni a las influencias externas.
2. Compra los productos adecuados
Ahora que conoces los distintos tipos de piel y sabes cuál puede ser el tuyo, puedes buscar los productos que mejor se adaptan a las necesidades de tu piel. Una buena rutina básica de cuidado de la piel incluye un limpiador, un humectante, un FPS, un producto exfoliante y posiblemente una mascarilla. Debes limpiar, humectar y proteger tu piel del sol todos los días. La exfoliación y el uso de mascarillas pueden ser menos frecuentes, pero hay productos que pueden ser compatibles con tu tipo de piel y que puedes usar a diario.
3. Limpieza
Cada mañana y cada noche debes limpiarte la piel. Existen infinidad de productos y puedes elegir el que mejor se adapte a tu estilo de vida y a tu tipo de piel. Si te gusta lavarte el rostro y refrescarlo con agua, utiliza un limpiador que se pueda enjuagar. Muchos productos tienen fórmulas embellecedoras de la piel con antioxidantes, carbón y humectantes que pueden ayudar a que tu piel tenga mejor aspecto y se sienta mejor después de la limpieza.
4. Exfoliación
Un exfoliante o un limpiador exfoliante es una excelente forma de ayudar a tu piel a desprenderse de las células muertas de la superficie y revelar un aspecto fresco. Puede ayudar a unificar la piel y afinar los poros. Al menos una vez a la semana debes intentar exfoliarte la piel para ayudar a prevenir el aspecto apagado y eliminar la suciedad y la mugre que pueden obstruir los poros y provocar brotes.
5. Humecta
Tu piel necesita humectación e hidratación para funcionar, y en el mercado hay una amplia oferta de humectantes. No tendrás problema en conseguir uno que se adapte a tus necesidades. Hay una gran variedad de consistencias, desde cremas espesas hasta humectantes en gel ligeros. Los humectantes formulados con antioxidantes, como la vitamina C y E, pueden ayudar a proteger la piel del daño de los radicales libres y tienen beneficios antiedad. Una gran opción para la piel seca es Moisture Rescue Refreshing Gel Cream For Dry Skin de Garnier SkinActive que contiene agua de frutas antioxidante. Hidrata y nutre la piel y redensifica su aspecto para que parezca más fresca. Los tipos de piel más grasa pueden beneficiarse de un gel ligero como Moisture Rescue Refreshing Gel-Cream for Normal/Combination Skin de Garnier SkinActive. Tiene una fórmula hidratante que puede ayudar a humectar tu piel sin añadirle grasa.
6. Protege
La mejor forma de proteger tu piel de los signos prematuros del envejecimiento, como las líneas de expresión, las manchas oscuras y las arrugas, es utilizar un FPS de amplio espectro todos los días. El sol es la causa número uno del envejecimiento de nuestra piel, por lo que debes protegerte usando un protector con un factor mínimo de FPS 15 en el rostro, el cuello y el pecho todos los días. Aplica una cantidad generosa de protector solar en todo el cuerpo y vuelve a aplicarlo constantemente los días de playa.
7. Adáptate a la estación
Una excelente forma de asegurarte de que tu piel está feliz y tiene un aspecto saludable todo el año es adaptar tu rutina de cuidado de la piel a lo largo de las estaciones. La piel seca puede volverse aún más seca en invierno debido a las bajas temperaturas, la calefacción y las duchas calientes. La piel grasa puede volverse más grasa debido a la humedad y las altas temperaturas. Experimenta con las consistencias y las fórmulas. Si notas que tu piel no responde a tus productos habituales, puede que haya llegado el momento de cambiarlos.