Guarda esta información: los consejos antiedad más importantes para la piel

1. Determina tu tipo de piel

Tener una rutina de cuidado de la piel adecuada es el primer paso contra el envejecimiento y una forma de garantizar que tu piel tendrá un aspecto impecable durante años. En primer lugar, empieza por averiguar qué tipo de piel tienes. ¿Tienes la piel constantemente grasa en todo el rostro, con posibles imperfecciones en la zona T? Es posible que tengas la piel grasa. ¿Tus mejillas son normales pero la zona T es más propensa a la grasa? Probablemente tengas la piel mixta. ¿Tu piel es sumamente propensa a los brotes y reactiva a los productos? Es probable que tengas la piel sensible. ¿Tu piel presenta descamación y sensación de tirantez al tacto? Puede que tengas la piel seca. Si tu piel no tiene manchas y se siente bien sin ningún síntoma externo, es probable que tengas una piel normal. Ten en cuenta tu tipo de piel cuando compres productos y consultes con un dermatólogo sobre las necesidades de tu piel.

2. Encuentra el limpiador y el humectante adecuados para ti

Una vez que sepas cuál es tu tipo de piel, puedes buscar el limpiador adecuado para ti. La piel grasa requiere un lavado suave pero limpiador como Clean+ Pore Purifying 2-in-1 Clay Cleanser Mask de Garnier que no reseca la piel ni aumenta la producción de grasa. La piel seca necesita un limpiador cremoso que elimine la suciedad sin desnudar la piel. La piel mixta puede ser un poco complicada. Puede que se te ocurra que la solución es comprar dos limpiadores y utilizarlos por separado en la parte seca y en la zona grasa del rostro. Pero este método deja lugar a la superposición (además de que te quita tiempo cada mañana), así que te recomendamos que busques un limpiador facial formulado para piel mixta o para todo tipo de piel. Nos gusta el Cleansing Micellar Water todo en uno de Garnier para piel mixta. Puede ayudar a regular la producción de grasa en tu zona T, a la vez que hidrata las partes más secas de tu rostro. Para la piel sensible, utiliza un limpiador suave sin enjuague con menos ingredientes, sin parabenos ni fragancia, como el Sulfate-Free Gentle Cleanser de Garnier. Para una piel normal, utiliza un limpiador suave para mantener la función de barrera natural de tu piel y sus niveles de humectación.

Ahora que tu piel está limpia, puedes pasar al siguiente paso. Para la piel grasa puede ser conveniente utilizar un tónico antes de aplicar el humectante para eliminar los restos de grasa y regular el nivel de pH. A continuación, aplica un humectante ligero, no graso y que no obstruya los poros, como Clearly Brighter Brightening & Smoothing Daily Moisturizer de Garnier. La piel seca necesita una crema hidratante ligeramente más espesa como Moisture Bomb Antioxidant Super Moisturizer de Garnier SkinActive. Para la piel mixta, utiliza un humectante sin aceites que hidrate. Para la piel sensible, puedes usar una crema ligera sin fragancia ni alcohol, como Moisture Rescue Actively Hydrating Daily Lotion Fragrance Free. La piel normal necesita un humectante suave y ligero para mantener el equilibrio natural y recuperar la hidratación. La limpieza y la humectación son los primeros pasos esenciales en el cuidado de la piel, asegúrate de hacer ambas cosas cada mañana y cada noche para tener una piel de aspecto impecable.

3. Limita la exposición al sol

Nada daña más tu piel que la exposición al sol: hasta el 90 % del envejecimiento cutáneo puede atribuirse a ella. Debes aplicarte un FPS de amplio espectro factor 15 o superior todos los días al final de tu rutina de cuidado de la piel. También debes llevar gafas de sol y un sombrero para proteger aún más tu piel y evitar las líneas de expresión. Si estás al aire libre durante un periodo prolongado, asegúrate de volver a aplicarte el protector solar lo largo del día, sobre todo si haces ejercicio o estás en el agua.

4. Cuida tu alimentación

El cuidado antiedad no es solo lo que te pones en la piel, sino también en lo que le das a tu cuerpo. Una alimentación sana debe estar llena de verduras de hoja verde, cítricos, bayas y proteínas magras con Omega-3. Esto ayudará a que tu piel luzca flexible y más joven.

5. Hidrátate

Nuestro cuerpo está formado principalmente por agua, por lo que es importante consumir agua a lo largo del día para mantener los niveles ideales de hidratación.

6. Añade antioxidantes a tu vida

Los antioxidantes reducen los radicales libres que se forman en el organismo, conocidos por acelerar el proceso de envejecimiento. Los radicales libres se deben a diversos factores, como la exposición al sol, la alimentación y la contaminación. Intenta usar productos con vitamina A, C o E, como este FPS con vitamina C, para neutralizar estos radicales libres en la superficie de la piel.

7. Haz ejercicio

El ejercicio potencia la circulación de tu cuerpo y aumenta el flujo sanguíneo, lo que puede dar a la piel un brillo radiante.

8. Duerme más, estrésate menos

Nuestra piel se regenera cuando dormimos. Aplícate una crema de noche nutritiva como Miracle Anti-Fatigue Sleeping Cream de Garnier antes de dormir para aprovechar el tiempo que tu cuerpo se toma para restablecerse. Procura dormir entre siete y ocho horas por noche para obtener los mejores resultados para tu piel.