Cómo el ejercicio es crucial para el antienvejecimiento
Hacer ejercicio no solo beneficia a tu cuerpo, también es muy bueno para la piel. Así es, hacer ejercicio unas cuantas veces a la semana no solo es una parte importante de un estilo de vida saludable, sino que también puede ayudarte a mantener un aspecto más joven. Te damos una visión general de cómo el ejercicio ayuda a tu piel a parecer más joven, así como una breve rutina de cuidado de la piel para utilizar después de la sesión de sudor.
¿Cómo ayuda el ejercicio a combatir el envejecimiento?
El ejercicio es importante para la salud general del cuerpo, pero resulta que el ejercicio también puede influir en el aspecto saludable de la piel. El ejercicio estimula el flujo sanguíneo y la circulación en el rostro, lo que ayuda a eliminar las toxinas. Además, el ejercicio actúa como un mini tratamiento facial para tu piel, ya que abre los poros y ayuda a expulsar de ellos la suciedad y la grasa. Como estás sudando y los poros desprenden grasa, es muy importante que te limpies después de hacer ejercicio, porque el sudor y las células muertas de la piel pueden ser un caldo de cultivo para las imperfecciones.
Cómo limpiarse después del gimnasio
1. Limpia tu rostro
Es posible que después de una intensa clase de gimnasia quieras irte a casa sin limpiarte el rostro, pero sería un grave error. La mezcla de sudor, bacterias y fluidos corporales que reposa en tu rostro puede afectar a tu piel. Hazte la vida más fácil llevando contigo la mejor toallita facial para tu tipo de piel. Para la piel grasa, utiliza una toallita formulada con ácido glicólico o cítrico para aliviar la oleosidad. Para la piel seca es mejor elegir toallitas hidratantes, preferiblemente formuladas con aceites. Para la piel normal, utiliza algo suave que deje tu piel fresca y limpia. La piel sensible reclama una toallita calmante; busca fórmulas con aloe vera o camomila para ayudar a calmar la piel.
2. Alivia tu piel
Si sientes la piel caliente y ligeramente irritada después de la sesión de limpieza, es el momento de aliviar tu rostro. Utiliza una bruma facial calmante formulada con rosa o lavanda para reparar la piel. Deja que tu piel absorba la hidratación y experimente los efectos calmantes de la bruma.
3. Utiliza un humectante ligero
Cuando tu piel haya vuelto a la temperatura ambiente, puedes aplicarte el humectante. Utiliza algo ligero y no comedogénico que no obstruya tus poros. Debe hidratar sin irritar tu piel. Utiliza un producto formulado con FPS y antioxidantes por la mañana para que puedas protegerte de los radicales libres el resto del día.