La importancia del sueño reparador
Además de causar mal humor y confusión, dormir poco afecta a todo nuestro organismo. Desde el punto de vista de la salud, la falta de sueño a largo plazo se ha relacionado con la diabetes, la hipertensión y la obesidad. ¿Pero qué efecto tiene el sueño (o la falta de él) en nuestra piel?
Sueño reparador: ¿realidad o ficción?
La ciencia ha confirmado que el sueño reparador es realmente una necesidad, ya que todas las células de nuestro cuerpo (incluidas las de la piel) utilizan este tiempo para recuperarse y regenerarse. Más concretamente, por la noche es cuando las células frescas y sanas suben a la superficie de la piel y se repara el daño acumulado a lo largo del día. Pero sin dormir lo suficiente, la piel tiene problemas para hacer su trabajo, y he aquí un vistazo más de cerca a lo que ocurre bajo la superficie
El cortisol estresa tu piel
El cuerpo percibe la falta de sueño como una forma de estrés y responde produciendo una hormona llamada cortisol. Además de los efectos negativos sobre el sistema inmunitario y los niveles de azúcar en la sangre, el cortisol compromete el colágeno de sostén de nuestra piel, lo que provoca signos prematuros de envejecimiento como líneas de expresión, arrugas y pérdida de elasticidad. La presencia de cortisol también provoca la constricción de los vasos sanguíneos, lo que reduce la cantidad de oxígeno y nutrientes que recibe la piel, dándole a su vez un aspecto apagado y cetrino.
La barrera de la piel empieza a deteriorarse
La barrera de la piel es como una pared de ladrillos. Los ladrillos son las células de la piel y la argamasa se compone de grasas que mantienen unidos los ladrillos. Sin un sueño adecuado, la barrera de la piel es menos capaz de repararse a sí misma, lo que significa que la humedad sale libremente y es más fácil que entren irritantes. Esto se traduce en deshidratación, sensibilidad, inflamación y líneas de expresión y arrugas acentuadas.
El alcohol empeora las cosas
También existe una relación entre nuestros hábitos de vida, el sueño y el aspecto de nuestra piel por la mañana. Muchos de nosotros recurrimos a una copa (o dos) de Merlot para relajarnos al final del día, sin ser conscientes del efecto que esto tiene en nuestro aspecto. El alcohol puede adormecerte y ayudarte a dormir, pero en realidad dificulta tanto la cantidad como la calidad del sueño. Y no olvides que el alcohol es diurético, lo que significa que deshidrata el cuerpo (y la piel), provocando líneas y arrugas más pronunciadas.
Pero tenemos una buena noticia...
Afortunadamente, la piel se recupera de la privación de sueño con bastante rapidez. Pero un maratón de sueño no es la solución. Dormir demasiado también tiene un impacto negativo en la piel, y puede provocar una descomposición celular. Por supuesto, una rutina eficaz de cuidado de la piel puede ayudar a mitigar los efectos que nuestras vidas agitadas y estresantes pueden tener en nuestra piel, pero hacer del "sueño reparador" una prioridad es esencial para tener una tez joven, sana y radiante.