Learn what unhealthy habits can do to your skin - Garnier SkinActive Learn what unhealthy habits can do to your skin - Garnier SkinActive

Lo que los hábitos poco saludables pueden hacerle a tu piel

Por muy buena que sea tu rutina de cuidado de la piel, los malos hábitos pueden dañarla de verdad. Si tienes malos hábitos de cuidado de la piel, malos hábitos alimentarios o vicios poco saludables, tu piel puede sufrir por ello. Hoy vamos a ver ocho hábitos poco saludables que están arruinando tu tez: debes eliminar estos hábitos de tu vida inmediatamente.


Hábito dañino n.º 1: No utilizas protector solar (o muy poco)

Independientemente del tiempo que haga, debes aplicarte protector solar, y además en buena cantidad. Tu piel está expuesta a los rayos UV haga el tiempo que haga, llueva o haga sol. La exposición al sol puede ser responsable de casi el 90 % de los primeros signos de envejecimiento, así que utiliza siempre FPS 15 de amplio espectro o superior para prevenir la aparición precoz de arrugas y evitar las manchas oscuras.


Hábito dañino n.º 2: Te aprietas los granos y te hurgas la piel

Sí, es muy difícil mantener las manos alejadas de granos, espinillas y puntos blancos porque tienes el deseo ardiente de quitártelos. El problema es que cuando te aprietas o hurgas la piel, estás causando más daño que la imperfección. Con cada apretón y arañazo puedes causarte un traumatismo en la piel. Además, como tus dedos están cubiertos de grasa y bacterias, podrías estar empujando los gérmenes y la grasa hacia tu piel. Esto puede provocar más brotes. Si te aprietas o hurgas la piel habitualmente, haz todo lo posible por abstenerte de este mal hábito y, en su lugar, trata las imperfecciones con los productos adecuados para el cuidado de la piel.


Hábito dañino n.º 3: Fumas

Fumar no solo es dañino, también es muy perjudicial para la piel. Esto se debe a que priva a tu piel de nutrientes, puede darte un tono de piel desigual y puede hacer que tu piel se torne flácida. Debería ser tu propósito de año nuevo abandonar este mal hábito. Si quieres una piel bonita, despídete de los cigarrillos.


Hábito dañino n.º 4: No duermes lo suficiente

Dormir es crucial para tener una piel de aspecto saludable, así como para la salud en general. Por la noche, tu cuerpo y tu piel se recuperan mientras duermes. Dormir menos de seis horas por noche puede interferir en la capacidad de tu piel para renovarse y restaurarse. La falta de sueño constante puede acelerar el proceso de envejecimiento. Duerme lo suficiente para que las líneas de expresión, las irregularidades y la flacidez de la piel no se produzcan demasiado pronto.


Hábito dañino n.º 5: No consumes suficiente agua

El agua ayuda a hidratar desde adentro y puede contribuir a que tu piel tenga un aspecto sano y flexible. El agua también es crucial para eliminar las toxinas, lo que es especialmente importante si tienes la piel grasa o con imperfecciones. Asegúrate de beber suficiente agua a lo largo del día para mantener la piel hidratada.


Hábito dañino n.º 5: Exceso de azúcar

La investigación ha demostrado que el azúcar puede provocar el envejecimiento prematuro de la piel, así que reducir el consumo de azúcar puede ayudarte a combatir la aparición de líneas de expresión y arrugas. En lugar de alimentos con azúcar, opta por frutas ricas en vitaminas y antioxidantes. Frutas como las bayas, los mangos, las naranjas y las manzanas están repletas de estos nutrientes saludables, que pueden ayudar a combatir los radicales libres y evitar el envejecimiento prematuro de la piel.


Hábito dañino n.º 6: Nunca haces ejercicio

El ejercicio es importante para mantener la salud de tu cuerpo. Puede ayudar a reducir el estrés, que influye en la salud y el envejecimiento. El aumento de circulación sanguínea nutre las células de la piel del rostro y ayuda a mantener su aspecto joven y fresco. Así que ve al gimnasio y asegúrate de beber mucha agua para mantenerte hidratada.


Hábito dañino n.º 7: No tienes una rutina de cuidado de la piel adecuada

Aunque cuides tu piel, puede que no lo estés haciendo correctamente. Por ejemplo, muchas personas sienten la necesidad de "secar" su piel grasa. Al despojar a la piel de sus aceites naturales, en realidad le estás diciendo a tu cuerpo que produzca aún más grasa, lo que probablemente no era tu intención original. Del mismo modo, las personas con piel seca tienden a untarse cremas espesas, prestando más atención a la consistencia del producto que a lo que contiene. Intenta encontrar productos formulados específicamente para tu tipo de piel, y presta especial atención a sus ingredientes activos.